O tal vez nunca se fue de la agenda. 

Lo cierto es que hace cuatro semanas una misión de Suecia encabezada por altos funcionarios del país escandinavo estuvieron en el Perú explorando y registrando los primeros contactos de cara a apostar por iniciativas de inversión que tengan como eje la extracción del litio, alcalino clave para la prometedora industria automotriz eléctrica del planeta. 

La carrera global donde las potencias procuran asegurar suministros del "oro blanco" -necesario para las baterías de vehículos eléctricos- ya empezó y Chile, Argentina y Bolivia nos llevan delantera. 

Estas áreas altiplánicas y andinas de Chile, Bolivia y Argentina, el llamado “triángulo de litio” en Sudamérica, son observadas por economías industrializadas para el desarrollo de alianzas y pactos de cara a extraer el alcalino.

El interés se centra –simultáneamente- en ser parte de la cadena de suministros del mineral en la región.

Plateau Energy Metals de Canadá liberó hace exactamente un año el hallazgo de 2,5 millones de toneladas de recursos del mineral en Puno, andes y altiplano del sur peruano fronterizo con Bolivia y cercano al norte de Chile y Argentina. 

Este descubrimiento, de acuerdo con la firma, “podría convertirse en la mina de litio más grande del mundo”. Veremos.

Niklas Johansson –viceministro de comercio exterior de Suecia- indicó en Lima en junio que frente al predominio de China en el mercado de los minerales raros era crítico asegurar un rango de suministros en diferentes partes del mundo. 

Entre ellas, el Perú. 

De momento, China –para los países europeos- se convierte en una suerte de peligroso competidor.

China produce casi dos tercios de las baterías de litio del mundo, según la consultora Benchmark Minerals Intelligence.

En América Latina, la china Tianqi Lithium Corp tiene una participación en la minera chilena SQM. Asimismo,  Xinjiang TBEA Group-Baocheng y Bolivia firmaron este año un pacto preliminar para constituir una sociedad que industrializará reservas de litio.

“Si alguien controla mucho un área, esto no es bueno para los precios [del litio]”, dijo Johansson en su visita de junio a Lima. 

El dato. La sueca Volvo es controlada por el gigante automovilístico chino Geely; además de los fabricantes de camiones AB Volvo y Scania.

Con información de la agencia Reuters, Europa ha tomado medidas para competir con la oferta de Asia en la industria de baterías de autos eléctricos; es el caso de la sueca Northvolt que –en agosto- tendrá la mayor fábrica de baterías en Europa.

Johansson dijo que firmas suecas también estaban interesadas en ayudar a desarrollar una minería sostenible en la región, un componente clave para la industria de vehículos eléctricos.

La mesa está servida.