El año "político" del presidente Martín Vizcarra debe dar paso a un año "económico", o por lo menos un segundo semestre más dinámico en inversiones. 

La quinta economía de América Latina tiró de tímidas cuotas de crecimiento, registrando al mes de abril un incremento en el PBI real de 0,02% intermensual y en los últimos doce meses de 3,19% interanual muy lejos de los estimados de arranque de 4,0%.

La economía hala de un ralentí que encendió alarmas de gremios empresariales vinculados a fuerzas políticas opositoras que durante el mes de mayo –a propósito de la cruzada anticorrupción de Vizcarra- usaron sus respectivas plataformas y prensa colgada al fujimorista Fuerza Popular para difundir la percepción de un fortísimo enfriamiento.

El mensaje de estos grupos era decirle a la población que la economía peruana iba en "picada", como se leía -hace un mes- en un medio que nos recordó la prensa de los años 90.

En general el fujimorismo cuenta con amplio apoyo de la patronal empresarial, sobre todo la concentrada en gremios vía líderes de empresas mineras y constructoras emisoras en bolsa.

Fuerza Popular fue liderado por Keiko Fujimori, en prisión preventiva por presunto delito de lavado de activos provenientes de Odebrecht en una figura –según los fiscales y testigos protegidos- de posible soborno anticipado cuando Keiko [hija del encarcelado por robo y asesinatos Alberto Fujimori, expresidente] fungía como candidata [2011 y 2016.]

Keiko sería, según los testigos protegidos de Odebrecht, acopiadora -junto a su entorno- de US$ 1.200.000 de la corrupta constructora brasilera.

Más allá de esta suerte de campaña mediática, lo cierto es que la economía del Perú se encuentra en un limbo donde la celeridad de la cartera de inversiones no es la esperada por economistas, bancos, fondos y firmas gestoras de activos financieros.

Con cifras del Banco Central de Reserva [BCR], los proyectos desde la inversión privada suman US$ 19.800 millones para los próximos cinco años. Más de la mitad, el 50,8%, corresponden a minería.

Donde se agrupan Quellaveco, Michiquillay, Tía María, Mina Justa, Cerro Corona entre otros que tienen un ritmo de maduración [que agrega la carga de conflictos sociales medioambientales] y cuya dinámica de encadenamiento en la economía andina no se verá con rapidez.

Se tiene expectativa, sin embargo, que haya más premura en –por lo menos- dos o tres proyectos críticos en este segundo semestre por lo que el trading y forex online así como el mercado de acciones desde la economía andina no pierde atención [y esperanza] a señales alcistas para el presente trimestre y resto del año.

de i. a d.: ex premier villanueva, martín vizcarra, julio velarde [bcr] y carlos oliva [mef]. tal vez se precisen autoridades más combatientes en un entorno de pausa económica.
foto: medios [pública]. 

Es julio, mes de mensajes patrios y -por qué no- de recomposiciones. Entre ellas se proponen dos: ministerio de Economía y Finanzas [MEF] y la gobernatura del BCR

Se precisa de una autoridad económica [MEF] más estratégica y "combatiente" para apurar la maquinaria estatal de inversiones no sólo públicas, sino -y como elemento modulador o de pivote- de la actividad privada estimulando justamente una inversión no pública que precisa [también] de un destrabe.

Y cuidando, cómo no, un frente monetario [BCR] lo mismo: "de combate" para proteger el sistema de precios vía inflación pero favoreciendo un aumento de ritmo de la economía a través de una gestión de tasas de corto plazo más agresiva y menos paciente o moderada.

Lo dicho, el año político seguirá su curso "como relojito" y para ello contamos -por fin- con cierta institucionalidad republicana encarnada en dos súper fiscales.

Pero y qué hay del año -o semestre- económico, ¿para cuándo señor Presidente?

 


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Foto de portada: sin derechos.