A propósito de lo ocurrido en McDonalds [acción: MCD] y la muerte en uno de sus locales de dos trabajadores adolescentes, la reflexión que salta es en torno a la precariedad laboral en el mercado de trabajo local: una situación que genera incertidumbre, falta de garantías, falta de condiciones mínimas para el acceso a derechos laborales y -sobre todo- seguridad. 

Las mismas dimensiones las encontramos en denuncias de valientes dirigentes como Francis Gama -trabajadora del gigante minorista Falabella- que, de acuerdo con su reporte fiel, señala una situación de precariedad laboral igualmente riesgosa para quienes laboran en este coloso. 

De momento la protesta de estos trabajadores y trabajadoras llevan cuarenta días, y la prensa económica -aquella que botó portadas mezquinas burlándose de los chicos fallecidos en McDonalds- no les ha dado tribuna.