Señor

Alex Contreras Miranda

Ministro de Economía y Finanzas

Presente.-

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Estimado señor:

Que una economía ingrese en un ciclo leído como recesión no es motivo de vergüenza, ¡de alarma y preocupación sí!; pero de pudor, no.

Se lo comento porque recesiones, expansiones, apogeos, enfriamientos, desaceleraciones son parte de los ciclos económicos y corresponden –estas etapas- a la recurrente trayectoria de la economía; de cualquier nación: sea grande industrializada o emergente.

En 2019, México –la segunda economía más grande en término de producto y de negocios de América Latina- acusó de un proceso similar [recesivo] y a nadie ahí –en México- se le movió la aguja del descarte.


Al contrario, aceleraron demanda y consumo así como maniobraron -pese al hábitat- en función a tasas de referencia corto plazo y salieron airosos.

Claro, nosotros al lado de México somos pequeños; y ni qué decir de Estados Unidos que a inicios de este año acusó recibo de un posible enfriamiento leído en simultáneo como “recesión”. Y lo mismo China en el segundo trimestre. Y ni Washington ni Pekín demostraron mohín alguno.

No obstante, Sr. Contreras son ejemplos validos –uno de ellos, el mexicano, cercano por lo regional- y que los menciono para observar cómo se opera una terna de economías con saludable gestión de presupuesto; y desde finanzas públicas de gran impacto.

Y sin pánicos ni quejas a propósito de la opinión de economistas que de buena fe asimilamos sin mayor problema un ciclo que es “parte del juego”.

Sí, Sr. Contreras para quien ha hecho equitación como deporte base caerse del caballo es lo predecible; para quien a pleno galope, percibe que la cincha de la montura anda floja y esta se resbala por el lomo e ijar del equino es a lo que uno se expone como jinete o amazona.

Inversión pública que juegue en pared con la inversión privada: ahí la clave. foto: la república

Y no se lamenta de su suerte o hace "un feo" a otros jinetes cuando estos le gritan y advierten –fuera del picadero de ejercicios- “¡tú cincha, tu cincha está floja!”.

Al contrario, si iba a todo galope hace la transición a trote y tras este aire a paso de trabajo para –sobre el paso, sin detenerse- volver a ajustar la correa, ponerla a punto: volver a reunir al caballo ponerle la pierna, que sienta la espuela y salir nuevamente a galope.

Lo mismo con la economía que es el caballo, la demanda y consumo así como producción que es la cincha de la montura y el jinete que es el conjunto de autoridades de la economía real y decisores en finanzas públicas.

De ahí que de acuerdo con sus declaraciones -en un cruce con la prensa- descartar una recesión no es saludable, ¿por qué? porque caerse del caballo no es simpático, Sr. ministro y puede –en algunos casos y pese a que es parte del deporte- hasta ser peligroso.

Tampoco endosarle este momento a terceros. “Hay gente que quiere que este Gobierno fracase”, fue lo dicho según usted y citado en reporte fiel por La República.

Las y los peruanos no queremos recesión, desaceleración, recorte de la demanda y consumo, menor crecimiento, menor empleo formal; y no deseamos más subempleo con informalidad y precariedad y menor inversión privada.

Es como indicar que las y los peruanos montamos caballo porque queremos caer.

El proceso de recesión en el Perú ya llegó, cuando –con datos adelantados leemos una caída en junio- y ello confirma dos trimestres en negativo en términos de PBI real; y ni qué decir del PBI desestacionalizado del cuarto trimestre del 2022 y primer trimestre 2023.

pbi desestacionalizado y la trayectoria de desaceleración. bcr y elaboración propia

Recesión, sin más.

tras dos décadas, recesión. bcr y elaboración propia

No obstante y más allá de “tecnicismos” y pese a que usted señaló y lo cito en reporte fiel desde La República que “las definiciones no son tan mecánicas”, bien a pesar de ello “el grupo de economistas obsesionados” que usted alude no son más que esa reunión de jinetes que solo miran al Perú; con todo respeto, Sr. ministro no tenemos otra preocupación: no está usted en la agenda o su gestión o este Gobierno.

Es el Perú. Y nuestro objetivo es avisar al jinete que se está cayendo del caballo. No otro.

Sr. ministro descartar un ciclo recesivo no es saludable para ningún estratega en política económica, política fiscal y –aunque no hay queja por este lado- en política monetaria.

Más bien colocar al Perú como centro de la preocupación es clave, repito.

Y esta preocupación la anotan determinados economistas, como Luis Alberto Arias:

Y uno de los mejores forecaster que tiene el Perú, Juan Carlos Odar:

Y observe Sr. ministro, para que esta carta no quede en palabras; aquí unas líneas propositivas: 

- A corto plazo, gasto público de alta gama, de alto impacto; acompañamiento a gobiernos regionales [GORE] y gobiernos locales [GOL] en función a inversión pública, una Autoridad de Reconstrucción con Cambios 2.0 [ARCC] y su reestructuración cae de madura; articulación entre ARCC y GORE y GOL; diferenciar ejecución versus política pública de gasto; estimular aún más las alianzas público privadas [APP] y obras por impuestos [OXI].

- Creación de fondos soberanos para acelerar demanda; fondos de estabilización fiscal [FEF] alimentario, energético, de vivienda pública, transporte, turismo, pesca, PYME, MYPE; proyecto por programa público, tableros de control, indicadores de desempeño y evaluación en función a avances.

- Un equipo especial El Niño que juegue en pared con la ARCC; inversión –junto a la empresa privada- de corredores mineros [vía vías o ferrovías], urbanismo, capital de trabajo garantizado y muestralmente eficiente y eficaz que cubra espacios PYME y MYPE [que Reactiva I y II no hicieron]; estrategia de granos y cereales así como de alimentos del campo a la ciudad y al mercado exterior.

- Proteger la productividad y no dejar que esta –por más maltrecha que esté- deje de avanzar en un entorno recesivo. Volviendo al ejemplo ecuestre: ajustar la cincha pero sin frenar al caballo.

- Y por último, Sr. Contreras políticas públicas de largo plazo que propongan reformas de alto impacto en política económica, gestión pública y gestión de presupuesto con gasto de amplio espectro en sanidad y educación; y reperfilar el sistema nacional y privado de pensiones. Y potenciar el Consejo Nacional del Trabajo [CNT], reestablecer las mesas de diversificación productiva y darle más brío al centro nacional de planeamiento estratégico [CEPLAN].

Todo dentro de la regla fiscal, desde luego.

Esto brindará más confianza a la inversión privada que este año cierra sin movimiento, y el próximo 2024 posiblemente lo mismo; siendo la actividad privada el único motor capaz de sacarnos del subempleo, informalidad y precariedad laboral, baja recaudación fiscal, pobreza, etc.

***

¿Ve Sr. Contreras? ¿Ve cómo en cuatro parrafitos diseñados líneas arriba logramos ajustar esa cincha y -lo dicho- sin parar?

¿Y por qué lo hicimos? no solo porque el Perú debe ser el norte, lo más crítico, lo principal; sino porque si no actuamos bajo escenarios de estrés de la economía [como nos enseñaron en pregrado], mañana será peor.

Muchas gracias,

Eduardo Recoba, ciudadano.

DNI 09397917