Mal clima y precios con señal bajista en el trading online global marcan la agenda de la industria de café colombiano desde el 2017; a ello se suma la sobre oferta –que igualmente golpea sobre los precios- desde el vecino Brasil y desde el más lejano campo vietnamita

El país trasandino no ha llegado a normalizar una campaña que supere [o si lo hace, es con dificultad] los tradicionales 14 millones de sacos por año [a 60 kilos unidad].

De momento la lectura no es sólo económica, agroexportadora o desde el trading online global. 

La lectura es social porque desde los valles y clúster cafeteros la presión cae sobre miles de familias que resienten este hábitat de precios bajos, nubosidad, poca floración, competencia global que alimenta la sobre oferta y sobreendeudamiento bancario.

De momento, desde los gremios y el Estado, hay maniobras que registran nuevas estrategias. 

No obstante -salvo la ubicación- no se da mayor detalle de la propuesta empresarial.

Todo señala según economistas, bancos, fondos y firmas gestoras de activos financieros que esta iniciativa -que pretende relanzar al golpeado sector- se ubica en la zona sur de la cuarta economía de América Latina.

Esta región, la sureña, austera en infraestructura [caminos, redes, vías] y en el pasado añejo enclave de la guerrilla será clave señalan voces de la Federación Nacional de Cafeteros [FNC] cuya proyección indica un potencial de producción del +30%.

"...la presión cae sobre miles de familias que resiente este hábitat de precios bajos, nubosidad, poca floración, competencia global que alimenta la sobre oferta y sobreendeudamiento bancario."

No se cuenta con detalles metodológicos [pues no se han compartido a economistas y analistas] de cómo se llegó a este estimado y cómo un aumento en la recolección para las campañas futuras puede mejorar el sistema de precios.

A ello se añade que Colombia podría competir en el segmento de arábiga lavado tan sólo.

No se entiende entonces como desde la patronal cafetera y desde el Gobierno se desea incrementar una cosecha traducida –para los próximos dos años- en 18 millones de sacos, tanto para despacho global como para mercado interno sin -si quiera- una política de créditos blandos.

Para las familias vulnerables de la zona se entiende.

Los esfuerzos del Gobierno y de los gremios –de momento- deben ser más convincentes en una economía que tira de desconfianza desde la demanda y oferta.

Y, cómo no, dar mayor detalle de esta estrategia. 

Un problema es que el trading no ve a un Iván Duque liderando una transformación del campo colombiano; en tanto este poco prolijo en experiencia político de 41 años no se "divorcie" del expresidente Uribe, el mercado no lo digerirá como un actor importante en la industria..

URIBE, un paso siempre adelante [de duque]: en medio, el olvidado campo colombiano.
foto:  el universal.

Y es al trading online en commodities global y a las familias del Meta, Putumayo y Caquetá a quienes -el Gobierno y patronal empresarial- tiene que convencer más allá de políticas de mediano plazo que busquen incrementar la productividad y la eficiencia por hectárea.

Ambos actores -Gobierno y empresarios- proyectan en simultáneo que la demanda global siga creciendo.

De momento nada prueba esto.

En un entorno de precios con señal bajista puede darse un escenario así pero no por mucho tiempo pues la volatilidad del precio de la libra [expresada] por momentos en el trading libera precios –para contratos a corto plazo- de soporte técnico a US$ 88 la unidad y a un precio de resistencia a US$ 90.

La situación se complica si tomamos en cuenta un real brasilero cuya debilidad permite al trading online adquirir grandes cantidades de sacos de arábiga y de robusta; lo mismo Vietnam.

Hay voces [y esto es "tierno"] desde la patronal que proponen vender el café prescindiendo –unilateralmente lo que es grave- del trading de Nueva York, Chicago y Sao Paulo. Se añaden las bolsas de productos de Rosario y Buenos Aires.

Y sin tomar en cuenta a la masa crítica de cafeteros. Al menos sin tomar en cuenta su opinión que –en última instancia- es la afectada por cambios climáticos, precios de resistencia, falta de infraestructura y altas tasas de interés bancarias.

El peligro de no contar con ellos, los cafeteros, es evidente.

No todo puede venir de la métrica de los mercados y el neoliberal enfoque de gremios privados y de un Gobierno uribista. 

Y las familias de los valles del Meta, Putumayo y Caquetá –golpeadas por la guerrilla por casi tres décadas- no pueden ser las únicas responsables en el lanzamiento de esta industria.

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