La semana pasada la autoridad estadística del Perú liberó el dato de pobreza económica al 2018, y éste registró un 20,5% para el año. En 2004, este dato denotó 58,7%.  

En simultáneo un laboratorio de ideas publicó un estudio que da cuenta que este logro descansó en un dinamismo en la actividad económica que permite un impacto -en términos de puntos porcentuales [PP]- en los niveles de pobreza.

De acuerdo con la evaluación la conclusión capital refiere que por cada PP de crecimiento, la pobreza se reduce -por lo menos- tres cuartos de PP en el lapso 2004 a 2007; en tanto para el período 2015 a 2017 en 0,16 PP. 

No obstante esta conclusión un detalle: 

El crecimiento no siempre es un factor de bienestar económico, social o general.

La propuesta más bien debe poner en relieve el desarrollo agregado de la economía para lograr cuotas críticas de impacto sobre la pobreza no sólo económica sino la pobreza que no permite acceder a servicios de salud, nutrición, crédito, educación, entre otras dimensiones.