Desde Estados Unidos datos que muestran recorte en las cifras de empleo y adquisición de bienes manufacturados, ajuste en la compra de casas nuevas y usadas, y un aumento de los pedidos por subsidios de paro han impactado la fortaleza de la divisa verde. 

El pedido de "paciencia" de la Reserva Federal (FED), que no muestra signos claros a propósito de un posible estancamiento de la economía estadounidense y global para el 2019, también ha golpeado al dólar.

La guerra comercial Pekín versus Washington ha resentido al dólar debilitándolo, pues el flujo comercial global de bienes y servicios no ha sido favorable para las economías más grandes del planeta. 

Desde las economías familiares, la estrategia ante un sol fortalecido en niveles de soporte que variará entre los 3,30 o 3,297 y hasta 3,296 unidades de sol por dólar estadounidense para los próximos días será la de mantener una cesta de monedas en un 50% en denominación local y otro tanto en dólares.

Evitar deudas en dólares por lo menos en este primer semestre y estar alerta a los datos estadounidenses, será clave de cara al segundo semestre. 

Las pequeñas empresas podrán echar mano de una estrategia que las cubra de las pequeñas volatilidades del cruce sol versus dólar, sobre todo considerando sus campañas comerciales del segundo semestre. 


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