La confirmación de sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro [para una cincuentena de naciones “presidente espurio”] por parte de los Estados Unidos del domingo 28 por la noche –y desde Washington- precedió el hábitat de violencia anotado el martes.

Nuevas limitaciones a la compra de crudo de la estatal Petróleos de Venezuela [PDVSA] forman parte de un lote de sanciones que la Casa Blanca impuso y que llega a tocar al propio Maduro, en el marco de la campaña de Washington de apoyo al presidente “no orgánico” Juan Guaidó.

Para empeorar más el trading, PDVSA informó a mediados de mes pasado de un bombeo de 960.000 barriles por día [BPD] en marzo: son 500.000 BPD menos con respecto a febrero.

Entre febrero y marzo, las cuentas de CITGO -brazo de PDVSA en Estados Unidos- fueron bloqueadas por autoridades del Tesoro y sus flujos fueron a parar a una cuenta recaudadora a favor de Guaidó, sin embargo el presidente “no orgánico” –de momento- no puede hacer uso de estos dineros.

La cuenta de depósito en garantía puede tener hasta US$ 560 millones a marzo. Si bien es cierto son dineros a favor de la oposición, de momento están bajo gestión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.

El desplome del suministro de petróleo venezolano del mes de marzo a un nuevo mínimo por las sanciones de Estados Unidos y a los cortes de energía que ha sufrido esta golpeada economía, ha exacerbado los pronósticos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo [OPEP] y ajustó más los suministros globales; lo mismo alimentó la incertidumbre del trading global de crudo.

Guaidó: ¿estará a la altura? ¿sobre todo si no cuenta con el soporte financiero de eeuu?. foto: AFP

Ello podría dar un empuje a los precios internacionales de petróleo con contratos que vienen operando al alza.

No obstante hoy caen en US$ 61,67 el barril para -3,03% interdía para el WTI y en US$ 70,58 la unidad con un retroceso de -2,22% [14:03 de Nueva York y Lima]. Pero no nos engañemos, estos pueden ser ajustes técnicos ante un mercado de acciones que negocia con temor por la postura monetaria moderada de la Reserva Federal [FED] y un “hipo” en la oferta de crudo de los Estados Unidos.

Ahora el destino de Venezuela, todo parece, depende del mercado con precios de soporte de entre US$ 65 y US$ 75 el WTI y BRENT respectivamente. De subir los precios según las restricciones [de Venezuela e Irán] y proyecciones del economistas, bancos y firmas gestoras le daría tiempo a Maduro para recomponer estrategias.

Pese a que en teoría el fondo de CITGO tendría como destino comprar voluntades de la cúpula militar, ésta tiene muchas "arrugas" [corrupción, narcotráfico, torturas, etc.] y -desde luego- se sienten más a gusto con Maduro que con un Guaidó que no les garantiza nada menos siendo apadrinado por Estados Unidos. El único objetivo de los cabecillas es cómo salvar el pellejo en caso el Gobierno caiga.

Guaidó necesita -antes que un golpe y armas- a un economista que sepa de finanzas corporativas y trading de commodities. Porque ahora las revoluciones más bonitas, baratas y menos sangrientas se hacen desde los mercados.

Eso de los tanques, está pasado de moda.

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